A la luz las presiones de la cúpula independentista al Barça: «Si hay que quemar símbolos como el Camp Nou…»

El diario ‘El Mundo’ publica en exclusiva una información que revela diferentes conversaciones y peticiones del entorno de los independentistas catalanes a la por entonces Junta Directiva de Bartomeu al frente del FC Barcelona.

En concreto, cita a un enviado de la expresidenta del Parlament catalán, Núria de Gispert, que acudió a la cúpula culé para pedir dinero para la fianza de Artur Mas, propiciada por la utilización de fondos públicos para llevar a cabo la consulta ilegal de noviembre de 2014.

«Tenéis que darnos 2,6 millones por patriotismo», detalla ‘El Mundo’ que solicitaron, en un movimiento que dejó perplejo a Bartomeu, que se negó.

«Soy súper patriota, pero no puedo tomar una decisión de ese tipo», respondió. Pero los secesionistas insistían: «Es un acto de patriotismo». Lo único que el expresidente azulgrana pudo sugerir es llevar la petición a la Asamblea de Compromisarios, pero eso no era suficiente.

Bartomeu, sin embargo, se mantuvo firme en todo momento, consciente de que no podía ceder a las presiones e implicar al club hasta ese nivel, aunque de manera institucional a través de comunicados el Barça siempre se ha mostrado favorable al derecho de Cataluña a elegir y emitió en varias ocasiones su rechazo a la encarcelación de los políticos del Parlament acusados de sedición.

«Si hay que quemar símbolos como el Camp Nou…»

En uno de los encuentros, relata el citado diario, se llegó a especular con que la situación era tan extrema que no se descartaba ningún tipo de acción: «Esto va a ser una guerra brutal en la que si hay que quemar símbolos como el Camp Nou, habrá que quemarlos», detallan.

Existía, asimismo, preocupación en Moncloa por el grado de partido que el Barça pudiera llegar a tomar en el asunto, aunque Bartomeu siempre se mantuvo detrás de la raya, incluso cuando el entorno independentista les recordaba que, de lograr la independencia, debían renunciar a las competiciones españoles y europeas y jugar una Liga catalana, algo que el expresidente siempre descartó.