Por Iván Acosta
Hola, ¿qué tal?
Michael Peña, funcionario del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY), fue acusado de causar un choque mortal por conducir borracho y bajo los efectos de cocaína y marihuana cuando se saltó un semáforo en rojo a una velocidad de casi 60 millas por hora por encima del límite en Queens, según los fiscales.
El bombero Peña, de 28 años, se negó a someterse a una prueba de alcoholemia en el lugar del devastador accidente ocurrido a primera hora de la mañana del miércoles. Sin embargo, después de que se emitiera una orden judicial para extraerle sangre, los investigadores descubrieron las drogas en su sistema, según informaron los fiscales en su comparecencia ante el Tribunal Penal de Queens anoche.
Justin Díaz, de 23 años, iba al volante de un BMW y acababa de salir de la casa de su familia para ir a trabajar cuando Peña atravesó una intersección en East Elmhurst alrededor de las 4:15 a. m. del miércoles 26 de febrero, chocando de costado el auto de Díaz, según captaron las impactantes imágenes de seguridad.
Tras el choque, los paramédicos llevaron a Díaz al Elmhurst Hospital Center, pero no pudieron salvarlo. Peña, quien no resultó herido en el accidente, fue esposado en el lugar, reportó Daily News.
Dos hombres pasajeros del Mercedes-Benz manejado por Peña, ambos de 28 años, fueron trasladados al Hospital Elmhurst y reportados en estado estable. El bombero fue suspendido de su trabajo sin sueldo durante 28 días mientras se lleva a cabo una investigación, según informaron funcionarios del FDNY. Después de su comparecencia, también le suspendieron la licencia de conducir.
Peña conducía a 83 mph en una zona de 25 mph después de una noche de tragos en un bar en Bell Blvd., en Bayside (Queens), según acusaron los fiscales. Las imágenes de vigilancia del bar lo mostraron tomando su primer trago alrededor de las 6 p. m., casi 11 horas antes del accidente, agregaron.
Díaz se dirigía al Aeropuerto LaGuardia justo antes del accidente, donde trabajaba manipulando equipaje para una aerolínea, dijo su devastado hermano tras la acusación de Peña.
“Acababa de obtener su título en aeronáutica”, dijo Franklin Díaz, hermano de la víctima. “Tenía solo 23 años y toda la vida por delante”.
El bombero fuera de servicio fue acusado de homicidio vehicular, conducir bajo los efectos del alcohol y negarse a someterse a una prueba de alcoholemia.
“Gracias a las acciones de Peña, Justin no puede vivir sus sueños, tener una familia o celebrar otro hito”, dijo su padre, Franklin Díaz. “Es devastador para toda su familia no poder ver nunca su amplia sonrisa, escuchar su risa o verlo triunfar”.
Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
Las autoridades recuerdan que hay cero tolerancia para conductores que manejen a exceso de velocidad y/o bajo los efectos del alcohol y las drogas. También los ciclistas y motociclistas son frecuentes protagonistas de accidentes viales, ya sea como víctimas o responsables, al circular por las aceras, irrespetar los semáforos e incluso el sentido de las calles.
En octubre, varias calles de NYC comenzaron a tener límites de velocidad reducidos debido a la entrada en vigencia de la llamada Sammy’s Law, aprobada en mayo en honor a un niño de 12 años que murió atropellado por un conductor cerca de su casa en Brooklyn.
En promedio, la violencia vial cobró la vida de una persona en NYC cada 34 horas en 2024. Hasta el 22 de octubre, los accidentes viales habían causado la muerte de 207 personas y lesiones graves a más de 2,300. Se trata de más fatalidades que en 8 de los últimos 10 años, y esta crisis de salud pública representa costos de más de 5,000 millones de dólares, según Transportation Alternatives, un grupo de defensa de peatones y ciclistas.
Los accidentes de tránsito son un gran reto en la ciudad de Nueva York y sus alrededores, y en muchos casos los conductores huyen de la escena. Esto ocurre a pesar de Vision Zero (Visión Cero), un plan de seguridad vial creado en 2014 con el objetivo de hacer que la ciudad fuera más segura para peatones, ciclistas y automovilistas, con una meta de cero muertes para el año 2024. Sin embargo, la realidad ha demostrado lo contrario.
El lunes, un adolescente inmigrante de 17 años que huyó de las pandillas violentas en Ecuador murió cuando la motocicleta todoterreno en la que viajaba con una amiga chocó contra una miniván a dos cuadras de su casa en El Bronx.
La semana pasada, un conductor de 41 años murió dramáticamente cuando perdió el control de su camioneta de lujo BMW y se estrelló de madrugada contra un árbol en una avenida en Brooklyn. También este mes, Christian Velásquez Galeano fue arrestado como sospechoso de causar la muerte de su pasajero al chocar contra un árbol y huir de la escena en Long Island.
Días antes, Amandeep Singh fue sentenciado tras admitir que estaba borracho y drogado con cocaína cuando causó un choque que mató a dos niños tenistas en Long Island. Ese mismo día, Jian Trujillo, de 38 años, murió después de estar en el hospital durante casi una semana tras chocar su moto contra un auto y estrellarse en el asfalto en Queens. En otro caso similar, en enero dos jóvenes murieron en Nueva York cuando un adolescente, supuestamente drogado con marihuana, estrelló su auto contra un árbol.
En agosto de 2024, un niño de 9 años murió en un accidente vial en el que su madre aparentemente conducía intoxicada y en sentido contrario en Long Island. En abril de ese año, una joven fue arrestada como sospechosa de cometer una racha de delitos graves al chocar borracha, matar a una mujer y luego huir en la patrulla que acudió a la escena en el condado de Nassau. También, un conductor de 33 años se declaró culpable de manejar intoxicado, chocar y causar la muerte de unos esposos dominicanos en Long Island.
En febrero del año pasado, Jessica Beauvais, de 35 años, fue sentenciada tras ser hallada culpable de atropellar fatalmente al oficial de carreteras de la policía de Nueva York (NYPD) Anastasios Tsakos en Queens mientras conducía ebria, drogada y con una licencia suspendida en 2021.
Hasta la próxima, amigos.