De Argentina a China pasando por Alemania: la inflación, se convierte en el reto económico global

Hace tres meses hubo un revuelo en Weibo, el hermano chino de Twitter, porque muchos usuarios se quejaron de que los precios de algunas verduras habían subido tanto que estaban más caras que la carne de cerdo. Un kilo de espinacas pasó de costar 6,67 yuanes (0,95 euros) a 16,67 (2,35 euros). Los precios del brócoli y del repollo se duplicaron. Y por medio kilo de cilantro, tan preciado en las sopas con fideos en el frío inverno de las provincias norteñas, se pagaba casi 20 yuanes (2,81 euros).

«Hubo fuertes lluvias que arrasaron los campos de Shandong (principal productora de vegetales). A lo que se sumó otra subida de precios de productos básicos después de que las autoridades recomendaran hacer acopio de alimentos por si la situación de los contagios empeoraba y llegaban nuevos confinamientos. Muchas familias entraron en pánico y dejaron las estanterías de los supermercados vacías», recuerda Xiao Zili, gerente de un supermercado de la cadena Lianhua en Pekín.

Preocupaba el aumento de la inflación por los problemas energéticos; los bloqueos para frenar nuevos brotes de coronavirus, que dificultaban el transporte de mercancías entre regiones; las interrupciones en el transporte marítimo que agravaron la crisis mundial en las cadenas de suministros; la crisis inmobiliaria arrastrada por las deudas de las mayores promotoras. Todo esto mientras expertos de China Chief Economist Forum, con sede en Shanghai, advertían que la tasa de crecimiento anual promedio de ingresos seguía desacelerándose a la vez que subían los costos de vida, y que la brecha de ingresos entre los residentes urbanos y rurales se estaba ampliado cada vez más.

A mediados de enero, la Oficina Nacional de Estadística, dijo que, gracias a los esfuerzos del Gobierno chino para enfriar los precios de las materias primas, la inflación se había estabilizado en diciembre. El índice de precios al consumidor (IPC) aumentó un 1,5 % interanual, frente al 2,3 % de noviembre. También se desaceleró el índice de precios al productor (IPP), que se situó en un 10,3%, después de que en octubre alcanzara su máximo en dos décadas. En el conjunto de 2021, la inflación subió una media del 0,9%.

Ahora, en vísperas de las vacaciones de Año Nuevo chino, consumidores como la señora Feng, vecina jubilada de un céntrico barrio de Pekín, protestan porque, por culpa de los estancamientos logísticos resultantes de recientes brotes, los precios de algunos productos agrícolas como la coliflor y las coles han aumentado esta semana hasta un 90% en comparación con el año anterior. «Todo siempre es más caro durante este periodo festivo, pero nunca había visto estos precios», asegura la señora, que añade que lo bueno que ha encontrado en sus compras de Año Nuevo es que el precio de la siempre demandada carne de cerdo sigue bajando desde que los chinos superaron el miedo a la peste porcina africana de hace tres años.