El Gobierno australiano le declara la guerra a Novak Djokovic: «Nadie está por encima de las normas»

La situación de Novak Djokovic se ha convertido en una cuestión de estado en Australia. Tras la polémica «exención médica» que le otorgó la organización del Open de Australia para que disputase el torneo, las críticas de los propios habitantes del país, sometidos a unas políticas restrictivas de las más duras del mundo durante la pandemia, colocaron en una difícil posición al gobierno que preside Scott Morrison.

De ahí que, en cuanto el número 1 del tenis aterrizó allí, fuese detenido y, posteriormente, ordenado para su deportación inmediata. Los abogados de Djokovic están trabajando contrarreloj para evitar su expulsión, toda vez que mientras piden un hotel con cancha de tenis para que pueda ir entrenándose en caso de que pueda incorporarse al torneo que arranca el día 17 de enero.

El ejecutivo australiano no está por la labor. El Primer Ministro Morrison ha sido muy claro en sus palabras al respecto, con un tuit demoledor: «El visado del señor Djokovic ha sido cancelado. Las normas son las normas, especialmente cuando vienen a nuestras fronteras. Nadie está por encima de las normas. Nuestras fuertes políticas fronterizas han sido críticas para que Australia tenga una de las cuotas de muertes más bajas del mundo por Covid, nosotros vamos a seguir siendo vigilantes».

Mr Djokovic’s visa has been cancelled. Rules are rules, especially when it comes to our borders. No one is above these rules. Our strong border policies have been critical to Australia having one of the lowest death rates in the world from COVID, we are continuing to be vigilant.

— Scott Morrison (@ScottMorrisonMP) January 5, 2022

El resto del ejecutivo de Morrison ha cerrado filas en torno a estas ideas. «Siempre hemos sido claros en dos puntos: la aprobación del visado es asunto del Gobierno federal y las exenciones médicas son asunto de los doctores», dijo al respecto Jaala Pulford, ministra de Deportes del estado de Victoria.

La situación no debería haber pillado por sorpresa a Djokovic. Mientras él volaba a Melbourne, Karen Andrews, ministra australiana del Interior, había hecho un comunicado muy contundente: «Si bien el Gobierno de Victoria y Tennis Australia pueden permitir que un jugador no vacunado compita en el Open de Australia, es el Gobierno de Australia el que hará cumplir nuestros requisitos en la frontera australiana», advirtió.

Toda esta situación ha enrarecido el torneo para los propios tenistas. Los vetos a otros participantes por diferentes motivos (a una rusa le denegaron el paso porque en Australia no se reconoce la vacuna Sputnik, a un indio de 17 años porque en su país aún no han inmunizado a los menores…) y también los que han salido en apoyo a Djokovic han enturbiado las previas.

Un ejemplo de los que están del lado del serbio es el ucraniano Sergey Stakhovsky, que en un tuit habla directamente de injerencias políticas que nada tienen que ver con la raqueta. «La próxima vez que alguien te diga ‘El deporte no interfiere con la política’, recuerda el 6 de enero de 2022 cuando el «ego» puramente político no permitió que el mejor tenista del mundo entrara al país al que las «instituciones gubernamentales» concedieron la entrada…».

When next time somebody will tell you “ Sports is not interfering with politics” you remember the 6Jan2022 when purely political “ego”is not allowing best tennis player in the world to enter the country to which they “ governmental institutions” granted entry.. @DjokerNole

— Sergiy Stakhovsky (@Stako_tennis) January 5, 2022