El «milagro» de Mateu Alemany: ¿cómo el Barça ha podido fichar más que nadie pese a sus problemas económicos?

El Barcelona ha sido el principal agitador de este mercado de fichajes de invierno. Contra todo pronóstico, y no porque los culés no necesitasen renovar su equipo para renacer en la segunda mitad de temporada, sino porque pasan por una grave situación financiera con escaso margen salarial.

Entonces, ¿cómo ha sido posible que el Barcelona haya podido obtener estos refuerzos habiendo excedido su masa salarial máxima? El motivo tiene nombres y apellido, el de Mateu Alemany. El directivo que llegó al club de la mano de Laporta ha sido la mente pensante detrás de los fichajes y estratega financiero que ha permitido encajar las piezas de un puzzle tan complicado. 

Un trabajo tanto con los jugadores que ya estaban en el club, reduciendo los salarios de otros futbolistas del plantel, e inventando maniobras financieras para que los que llegan comprometan lo menos posible las finanzas del club. Otro camino no era posible, ya que al estar excedido en su límite de coste de plantilla no podía aportar nuevos ingresos para incrementar ese tope.

La retirada del fútbol profesional del delantero argentino Sergio ‘Kun’ Agüero por una arritmia cardíaca; la renovación del central francés Samuel Umtiti hasta 2026 con «reducción de parte de su sueldo» según admitió directamente el conjunto azulgrana en su web oficial; la cesión del brasileño Phillipe Coutinho al Aston Villa inglés, que asumió parte de su sueldo, y el ahorro de las fichas del portero Iñaki Peña, cedido al Galatasaray turco, o de Yusuf Demir, de vuelta al Rapid de Viena austríaco; son algunos ejemplos de las operaciones con las que el club culé ha recortado remuneraciones para hacer espacio a las de sus nuevos fichajes dentro su límite de coste de plantilla.

María Carbajo

Como club excedido de su límite salarial, al Barcelona se le aplican las normas del artículo 100 de la normativa de elaboración de presupuestos de LaLiga. De esta manera, de los ahorros obtenidos con esas salidas o reducciones de sueldos solo contabilizan en un 25% del importe, o en un 50% en el caso de que sea un jugador cuyo coste individual (que incluye el salario, pero también el coste del traspaso dividido por el número de años de contrato, entre otras variables) sea al menos el 5% del total del coste de plantilla.

Lo que no se produjo fue ni la salida, ni la renovación con bajada de sueldo del extremo francés Ousmane Dembélé, uno de los movimientos que el conjunto azulgrana podía realizar para liberar más espacio de salarios, pero que no se produjo. 

Sin embargo, cualquier aficionado azulgrana hubiese firmado hace escasas semanas que jugadores de la talla de Ferran Torres, Adama Traoré o Pierre Aubameyang llegasen al Barça con una situación tan delicada como esta. Más allá del rendimiento que terminen ofreciendo, son jugadores que sobre el papel deberían incrementar el nivel del equipo. El propio Laporta afirmó que «Mateu Alemany está haciendo milagros«, que ahora falta que sirvan para algo.