Jan Ullrich, sobre el dopaje en el ciclismo: "Rechazarlo habría significado el final de mi carrera"
Jan Ulrich, exclicista alemán y campeón del Tour de Francia en 1997, ha vuelto a confirmar que se dopó durante su carrera deportiva. Una práctica que ha asegurado que era aceptada en el mundo del ciclismo y que se producía de manera «generalizada», por lo que rechazarlo «probablemente habría significado el final» de su trayectoria.
«Al final hice trampas, sí. No estuvo bien lo que hicimos», señaló en el canal de televisión alemán ZDF, asegurando que los responsables de su equipo le dijeron que el dopaje formaba parte del deporte. «A partir de ahí es natural que pienses en ello, que quieras las mismas armas. No quieres llegar al tiroteo con un cuchillo, así son las cosas», añadió.
En este sentido, confesó que se dopó para «seguir demostrando» su «talento». «Pensé que eso formaba parte de ser un profesional y seguí la corriente», dijo, antes de hablar de la EPO. «Cuando me enteré de que se estaba utilizando de forma generalizada, quise participar, sí», reconoció.
La carrera de Ullrich terminó en 2006 tras ser expulsado del equipo T-Mobile por un asunto de dopaje en torno al médico español Eufemiano Fuentes. Nunca confesó sus prácticas de dopaje hasta el pasado noviembre. «Nunca traicioné a nadie», señaló entonces.
Por otra parte, Ullrich declaró que rechazar el dopaje «probablemente habría significado el final» de su carrera y que se quedó en «estado de shock» cuando fue expulsado en 2006. «Uno cree que no está haciendo nada prohibido», indicó, hablando en su nombre y en el de la comunidad ciclista, y afirmando que la UCI conocía las prácticas pero guardó silencio. «No quería creer que me estaban eliminando, sobre todo mi equipo, porque ellos lo sabían internamente», expresó.
Ullrich dijo que sus problemas posteriores fueron el resultado de las persistentes acusaciones de dopaje. «No podía pensar en nada mejor que las drogas y el alcohol», desveló, aunque dice que ahora tiene «las manos fuera de esas sustancias». «Personalmente, creo que el sistema sólo puede cambiar si el organismo rector del deporte mundial se mantiene alerta», concluyó.