La CIA descarta una huella rusa en la mayor parte de casos del ‘síndrome de La Habana’

Al mismo tiempo, la agencia continuará las investigaciones de dos decenas de casos de diplomáticos, donde no excluye la implicación de un actor extranjero.

Los servicios secretos de Rusia, Cuba o cualquier otra nación no están implicados en la mayoría de casos del malestar reportado por empleados diplomáticos estadounidenses y canadienses tras visitar la isla, también conocido como ‘síndrome de La Habana’, ha comunicado la CIA.

El jueves, medios occidentales citaron un informe preliminar del servicio secreto estadounidense en el que se descarta la responsabilidad de una agencia extranjera en la mayor parte de los centenares de casos que aseguraron sentir mareos, visión borrosa y pérdida de memoria.

«Consideramos que la mayoría de los reportes pueden explicarse razonablemente con condiciones médicas o factores ambientales y técnicos, incluyendo enfermedades no diagnosticadas previamente», dijo un alto funcionario de la CIA, citado por CBS.

El representante precisó que la investigación no ha revelado hasta ahora pruebas de implicación de un actor estatal en ningún caso.

«Creemos que es poco probable que un actor extranjero, incluida Rusia, esté llevando a cabo una campaña sostenida, a nivel mundial, que dañe al personal de Estados Unidos con un arma o mecanismo», afirmó.

Al mismo tiempo, continuará la investigación de casi de dos decenas de casos que la «la CIA no excluye la implicación de un actor extranjero».

Quejas y reacciones 

Entre 2016 y 2018 decenas de diplomáticos de EE.UU. y Canadá en Cuba se quejaron de manera reiterada de que sufrían mareos, visión borrosa, pérdida de memoria y dificultad para concentrarse. La Administración Trump responsabilizó al Gobierno cubano de estos efectos y, en 2017, redujo parte del personal diplomático en la isla alegando que la salud de sus trabajadores corría peligro.

Posteriormente, en 2019, un grupo de científicos de la Universidad de Dalhousie y la Autoridad Sanitaria del estado de Nueva Escocia (Canadá) determinó que lo que ocasionaron esos problemas de salud fueron fumigaciones contra mosquitos debido a la epidemia de zika en el Caribe.

Además, en octubre del año pasado un documento desclasificado del Departamento de Estado de EE.UU. descartó la teoría de que el ‘síndrome de La Habana’ sea causado por microondas o rayos de ultrasonido, detallando que los ruidos probablemente provenían de grillos.

La semana pasada, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, informó que al menos cuatro miembros de sus misiones diplomáticas situadas en Ginebra (Suiza) y París (Francia) se vieron afectados por dichos problemas de salud. Uno de ellos tuvo que ser trasladado a EE.UU. para recibir tratamiento médico.

En año pasado, el director de la CIA, William Joseph Burns, sugirió que Rusia podría estar detrás e incluso advirtió sobre «consecuencias» si esto se confirmaba. Moscú, por su parte, rechazó cualquier relación con los incidentes de salud.