La deuda de la Seguridad Social roza ya los 100.000 millones tras dispararse un 170% durante el Gobierno de Sánchez

La deuda de la Seguridad Social bordea ya la ingente cifra de los 100.000 millones de euros. En concreto, según los datos del Banco de España, a cierre de noviembre del pasado año alcazaba los 93.854 millones después de que en ese mes se registrase un nuevo incremento, dando así continuidad a la imparable tendencia de los últimos años. Tanto es así que, sólo desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno, esto es, desde mediados de 2018, el repunte es ya de un alarmante 170%.

La deuda en aquel momento era de algo menos de 35.000 millones, dato que a su vez ya evidenciaba un notable incremento respecto a años precedentes. En otras palabras, que con el Ejecutivo de Mariano Rajoy el incremento del pasivo también fue muy significativo. Pero es que el Gobierno socialista ha acentuado y acelerado más incluso esta evolución.

Desde el Ministerio de Seguridad Social que dirige José Luis Escrivá señalan que los gastos derivados de la pandemia son clave en el incremento. Las prestaciones, las ayudas y, por supuesto, los menores ingresos. Y esto sin duda es así, pero es que ya antes del coronavirus las cifras crecían con mucha fuerza. Un ejemplo: desde ese mismo momento en el que Pedro Sánchez llegó al Palacio de la Moncloa y el cierre de 2019, el aumento de la deuda supera los 20.000 millones.

Un factor clave que en el repunte de la deuda de la Seguridad Social son los créditos por parte del Estado, que hasta hace poco eran totalmente extraordinarios, y que ahora se han convertido en una vía habitual de financiación. La incapacidad del sistema para hacer frente a sus obligaciones, entre las que por supuesto se incluyen los sensibles incrementos de las pensiones, han hecho que el Gobierno recurra a esta fuente de ingreso. Y las medidas adoptadas por el Ministerio no son, al menos por el momento, suficientes. Además, el Ejecutivo no puede acudir al Fondo de Reserva, que ya está prácticamente agotado después de que este mismo Gobierno y especialmente el anterior vaciasen la denominada hucha de las pensiones que llegó a tener más de 66.000 millones.

El Ministerio es consciente de que la deuda es, evidentemente, muy elevada, y fuentes del departamento que dirige Escrivá recuerdan que se va a llevar a cabo una «auditoría sobre la financiación de los gastos de naturaleza contributiva y no contributiva de la Seguridad Social». En el presente mes de enero, el Ejecutivo deberá encargar la elaboración de este informe, que se realizará en un plazo máximo de seis meses y analizará «el período comprendido entre los años 1967 y 2019, ambos incluidos».

Los datos que ayer publicó el Banco de España también muestran que la deuda del conjunto de las Administraciones es de 1,426 billones de euros. No es el máximo histórico, ya que la cifra de noviembre es ligeramente inferior a la de septiembre, cuando alcanzó los 1,432 billones. Pero los previsible es que en diciembre se produzca un nuevo repunte, con lo que 2021 se habría cerrado con un nuevo hito. La mayor parte de ese pasivo corresponde al Estado, que ya partía de una cifra muy elevada y que, además, centralizó buena parte de las medidas de repuesta ante la crisis derivada de la pandemia.

Ante estos datos tan elevados, tanto el propio BdE como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) han pedido al Ejecutivo, en reiteradas ocasiones, un plan de reducción de deuda a medio plazo que sea «fiable» y «factible». Sin embargo, el Ministerio de Hacienda considera que no es el momento «óptimo» para hacerlo.