La polémica acción que le costó a los Hispanos el Europeo de balonmano en el último segundo

España cayó de la manera más cruel en la final del Europeo de balonmano a manos de Suecia que se proclamó campeona vengándose de la edición de 2018. Los nórdicos provocaron un penalti en la última jugada del partido con el tiempo cumplido y Ekberg no falló desde los siete metros para romper el empate y poner el 27-26 definitivo.

Asher Chocron

Sin embargo, no lo han logrado sin polémica, ya que, pese a que los suecos fueron mejores en los momentos importantes del encuentro, su gol de la victoria llegó precedido de una jugada que fue muy protestada por Jordi Ribero y el resto del banquillo de España.

Con empate a 26 en el marcador, España tenía posesión a falta de menos de un minuto y el técnico pidió tiempo muerto para trazar su jugada. No obstante, no parece que se siguiese lo que Ribero tenía planeado. El balón le llegó a Cañellas, quien intentó encarar el área, mientras iba sorteando rivales que intentaban entorpecerle. 

Pero la jugada desató el enfado de los Hispanos por dos empujones que sufrió Cañellas que los árbitros no consideraron como tal. Uno en su carrera y otro justo antes de que armase el disparo, pero como el lanzamiento en sí lo hizo liberado, los árbitros no vieron la acción como punible, pese a que el jugador no pudo rematar cómodamente.

Tras la pérdida y en la jugada inmediatamente después, el propio Cañellas realizaría la falta que le costó a España el Europeo, tras la decisión del árbitro de otorgar el lanzamiento desde los siete metros.