«No me interesa el dinero ni tengo apego al poder»: López Obrador defiende a su hijo de las acusaciones de vivir «con lujos» en EE.UU.

El mandatario reiteró su lucha contra la corrupción y aseguró que su familia no tiene contratos ni hace negocios con el Gobierno.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, defendió este lunes a uno de sus hijos luego de que medios opositores aseguraran que vive «con lujos» en Houston (EE.UU.), en supuesta contradicción con el permanente discurso de autoridad del mandatario.

«Este fin de semana salió el escándalo de que un hijo mío, José Ramón (López Beltrán), de 40 años, casado, tiene una residencia en Houston, queriendo equiparar, como diciendo: ‘son iguales, son lo mismo’ [a los pasados gobiernos]», dijo López Obrador durante su conferencia matutina y sin que mediara pregunta alguna.

El pasado viernes, los medios Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción publicaron un reportaje en el que «denuncian» que López Beltrán y su esposa, Carolyn Adams, han vivido en dos propiedades en Houston, una valuada en un millón de dólares y otra en 371.000 dólares, además de que usan una camioneta de 68.000 dólares.

Aunque no hay ninguna sospecha de corrupción, ni de delito alguno, y a que los costos de los bienes no son estratosféricos, la «acusación» se basa solamente en que el presidente suele pregonar la austeridad como forma de vida y su hijo no la cumple.

Latinus es un medio de Carlos Loret de Mola, un desprestigiado periodista que fue oficialista durante los gobiernos anteriores a López Obrador y que incluso participó en los montajes que organizaba el exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, hoy preso en EE.UU. y acusado de vínculos con el narcotráfico. Méxicanos Contra la Corrupción, en tanto, es de Claudio X. González, un rico empresario que mantiene una pelea abierta contra el mandatario, a quien suele denostar.

Compromiso

López Obrador advirtió que quisieron comparar esta historia con la de la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, que sí fue uno de los mayores escándalos de corrupción del expresidente y de su entonces esposa, Angélica Rivera, ya que le compraron a un contratista del Gobierno una casa de la Ciudad de México valuada en siete millones de dólares.

«Por eso, nada más decir, primero, que en este Gobierno no tienen influencia mis hijos, no se les dan contratos a ningún recomendado. En el asunto del matrimonio ahí está complicado meterse. Ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada que ver con el Gobierno, no somos iguales», señaló.

También calificó a Loret de Mola como «un mercenario» que quiere hacer un escándalo a pesar de que él mismo estuvo y está «al servicio de la mafia del poder», ya que era muy amigo de García Luna y del expresidente Felipe Calderón, y que incluso se atrevió a inventar, en contubernio con funcionarios de la Secretaría de Marina, el falso caso de la niña Frida Sofía, que supuestamente había quedado atrapada en una escuela durante el terremoto de septiembre de 2017.

«Por más ataques que haya tenemos ese respaldo y no vamos a traicionar nunca al pueblo. Y acerca de nuestra honestidad, repetirles a nuestros adversarios qué es lo que estimo más importante en mi vida: que no me interesa el dinero y tampoco tengo tanto apego por el poder. El poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. El poder es humildad, es poder decir adiós en su momento», afirmó.

Además, aclaró que no todo el que tiene dinero «es malvado», ya que «quienes han hecho su patrimonio con esfuerzo, trabajo, de conformidad con la ley, merece respeto». «Yo estoy en contra de la riqueza malhabida, me molesta, me indigna la corrupción, entonces vamos adelante a la transformación de México aunque no le guste a Claudio (X. González), a los que se sentían dueños de México y a la prensa vendida o alquilada y a los intelectuales orgánicos alcahuetes del régimen de corrupción», explicó.