Sin ajuste ni devaluación y con reducción del déficit fiscal y la inflación: las claves del acuerdo de Argentina con el FMI

El ministro de Economía recordó que «la deuda aplastante» fue adquirida por el expresidente Mauricio Macri.

El acuerdo de la renegociación de la deuda por 44.000 millones de dólares que Argentina mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que no habrá ajuste del gasto social, se controlará al dólar para frenar devaluaciones y se reducirán el déficit fiscal y la inflación.

Así lo explicó este viernes el ministro de Economía, Martín Guzmán, en una conferencia conjunta con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, después del mensaje en el que el presidente Alberto Fernández confirmó el acuerdo alcanzado por el Gobierno y que ahora será sometido a la aprobación del Congreso.

El funcionario precisó que el acuerdo tiene un plazo de dos años y medio y que cada tres meses habrá una revisión del organismo y desembolsos por parte de Argentina.

«El punto de partida debe ser entender de dónde venimos», dijo Guzmán al recordar que este préstamo, que es el más grande otorgado en la historia del FMI, lo adquirió el expresidente Mauricio Macri en 2018 y resultó en «un profundo fracaso» y en el deterioro económico y social.

«El propio FMI, en la valuación de hace unas semanas, reconoció que el programa falló. No alcanzó ninguno de los objetivos que se había planteado. Ese dinero se usó principalmente para financiar salida de capitales o pagar deuda insostenible», dijo.

Esta deuda, agregó, dejó al país «en una situación realmente muy difícil, con una carga aplastante y una profunda dependencia con un organismo con el que históricamente Argentina ha tenido fuertes problemas. Lo que hicimos fue sanar el presente tan duro en cuanto a posibilidades de quitarse esa deuda de encima y sembrar condiciones para un futuro».

Guzmán confirmó que en las últimas semanas hubo «negociaciones durísimas» para poder acordar con el FMI, lo que demuestra «la magnitud del daño que se le inflingió a Argentina y la importancia de limpiar esos daños y mirar hacia adelante».

Detalles

El ministro de Economía precisó que el acuerdo alcanzado esta madrugada, y que ya fue confirmado por el FMI, está dividido en dos capítulos: uno con políticas macroeconómicas y otro con medidas que promuevan el crecimiento económico en el mediano plazo y una estabilidad duradera.

«Hay cuatro bloques en lo macroeconómico, el primero es el fiscal, sin políticas de ajuste, con una reducción gradual del déficit fiscal sobre la base de una economía que se recupera», afirmó.

Por eso, dijo, para el 2022 se proyecta un déficit fiscal primario del 2,5 % del Producto Interno Bruto (PIB); del 1,9 % en 2023 y del 0,9 % en 2024.

«Para apuntar a esta reducción del déficit fiscal también se atacará la evasión, sobre todo en los segmentos de mayor contribución, y se dispondrán medidas contra el lavado de dinero», afirmó.

Por otra parte, se diseñó una reducción gradual de la asistencia monetaria que realiza el Banco Central al Tesoro y que en 2020 fue de 7,3 % del PIB. Un año más tarde, se redujo a 3,7 %. Ahora se espera que sea del 1 % en 2022; del 0,6 % en 2023 y cercano a cero en 2024.

Con respecto a la inflación, que en Argentina es récord desde hace más de una década, Guzmán explicó que hay que entender que es «un fenómeno multicausal» y que primero hay que atacar la incapacidad histórica del país para tener un crecimiento sostenido de exportaciones.

«El rol de políticas de precios es fundamental, tendrá un rol antiinflacionario para que acuerdos de precios redunden en aumento del salario real», dijo al reiterar que el acuerdo con el FMI no establece ningún ajuste del gasto público, como ocurría tradicionalmente.

También se refirió a la persistente devaluación que padece Argentina y que esta semana se aceleró ante la incertidumbre que generaba la deuda con el FMI.

«No habrá ningún salto devaluatorio, la política cambiaria va a seguir en la línea en que se ha venido llevando a cabo y plantea un objetivo de acumulación de reservas, que es muy importante para fortalecer la resiliencia en el frente externo. La meta en 2022 es un crecimiento de 5.000 millones de dólares en las reservas», explicó.

Balance

Guzmán aseguró que la renegociación de la deuda que contrajo Macri empezó «en un lugar muy dañino» pero ahora termina «en uno más razonable» que permite tener más previsibilidad y evitar una mayor angustia a millones de argentinos porque es el mejor acuerdo que se podía lograr.

Para concretar el convenio con el organismo, señaló, fue vital la decisión del presidente y el apoyo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (de quien hasta último momento se especuló que estaba en contra y que apostaba por una cesación de pagos) y del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Un rato antes, el jefe de Gabinete, Juan Manzur,  había denunciado que «lo que hizo el Gobierno de Macri fue una tragedia, endeudó irresponsablemente a la Argentina, cercenándola de un futuro mejor».

Por el contrario, dijo, el presidente y todo su equipo de Gobierno estaban obligados a resolver el tema de la deuda, por lo que siempre se tuvo la vocación política de llegar a un acuerdo, pero con la condición de que Argentina pudiera seguir creciendo, y eso es lo que se logró.