Los Dallas Cowboys buscaron la épica en su partido eliminatorio de los Playoffs de la NFL. Sin embargo, una decisión ofensiva un tanto arriesgada y las dificultades de uno de los árbitros para llegar hasta el balón dejaron sin tiempo a los texanos, que acabaron perdiendo y fueron eliminados de la lucha por un título que hace 28 años que no ganan.

Con sólo unos segundos para el final del choque ante los San Francisco 49ers, seis puntos abajo en el marcador y la posesión del balón, los Cowboys se las ingeniaron para presentarse en la yarda 41 y una vez allí optaron por el juego terrestre con una carrera de su quarterback Dak Prescott. La idea era avanzar lo máximo posible, dejarse caer, ‘botar’ el balón y parar el reloj antes del final para tener una última jugada de touchdown. Pero no terminó de salir bien.

Prescott corrió a las mil maravillas, pero apuró demasiado el tiempo y al levantarse para hacer el spike que parase el reloj no tuviese margen a que el árbitro llegase a tiempo para tocar el cuero y dar opción a la jugada. De hecho, el propio árbitro también puso de su parte en todo el despropósito ofensivo de los Cowboys. La línea ofensiva de los texanos se cerró y el colegiado intentó pasar entre los jugadores a duras penas, ralentizando más aún una acción para la que ya de por sí se contaba con muy poco tiempo. El resultado fue el cronómetro a cero y los ‘Boys’ eliminados un año más.