Xabi Alonso, desatado en la fiesta del Leverkusen: no se puede contener y sube a la grada a celebrar con la hinchada

Xabi Alonso cerró este sábado la gran gesta del Leverkusen, la conquista del título de liga sin perder ni un solo partido en una campaña milagrosa. Lo hicieron en casa, ante los suyos, ya con el título en sus manos, con una victoria sobre el Ausburgo (2-1) tras la que se celebró, y mucho, en un estadio que vio al entrenador español subirse a la grada para celebrar con los hinchas la conquista.

Fue la imagen de la jornada en el fútbol europeo, la de un Alonso que no dudó en responder a la llamada de su hinchada para trepar por la grada y convertirse en uno más. Y eso solo veinte minutos después del monumental cabreo que protagonizó en pleno juego cuando, con 2-0 en el marcador, el equipo visitante recortó distancias en el electrónico.

Tuvo luego tiempo de disfrutar el vasco, campeón desde ya hace varias jornadas, ahora ya con la preciosa ensaladera de la liga alemana en sus manos. No es para menos, pues su orgullo es el de toda una ciudad marcada por la leyenda del ‘Neverkusen’, el eterno segundón que por fin rompió sus barreras.

⚫️❤️ ¡Somos UNO! @XabiAlonso pasa a la eternidad y festeja con nuestra afición 🫶#SomosBayer04 | #DeutscherMeisterSVB | #Winnerkusen pic.twitter.com/5vFJaBIebB

— Bayer 04 Leverkusen (@bayer04_es) May 18, 2024

Una gesta irrepetible

Y es que el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso ha cerrado una temporada casi perfecta en la Bundesliga, sin perder un solo partido para convertirse en el primer campeón invicto de la historia de la Bundesliga.

El Leverkusen ha sido cinco veces segundo, lo mismo que el Colonia. El Werder Bremen tiene dos subcampeonatos más, al igual que el Schalke, mientras que el Borussia Dortmund suma nueve segundos lugares y el Bayern, con el segundo puesto de esta temporada, 11.

Pero para el Leverkusen los segundos lugares eran especialmente dolorosos por el hecho de no haber sido nunca campeón alemán y haberse quedado al menos dos veces a las puertas de serlo.

Para superar lo que había empezado a parecer una maldición había que montar un equipo casi perfecto y Xabi Alonso lo logró. Cuando llegó, a mediados de la temporada anterior, la situación no era nada prometedora. El equipo ocupaba un puesto de descenso y parecía haber caído en una dinámica autodestructiva.

La primera tarea era lograr la permanencia. Se logró con creces y también la clasificación para la Europa League. En la segunda temporada el equipo empezó a mostrar desde el comienzo que podía llegar lejos.

Xabi Alonso ha dicho que aunque desde el comienzo sabía que el equipo tenía condiciones para hacer una gran temporada, la posibilidad de ganar la Bundesliga solo empezó a planteársela a medida que iban pasando los partidos.

Los nuevos fichajes -Granit Xhaka, Alejandro Grimaldo, Jonas Hofmann y Victor Boniface- se integraron pronto e hicieron un gran aporte. El equipo, a medida que ganaba partidos, fue ganando seguridad.

El libreto era poner el balón en la mitad contraria, con una línea de tres centrales jugando bastante adelantada, con Xhaka repartiendo pelotas, con Florian Wirtz abriendo espacios en el uno a uno y con Grimaldo y Jeremie Frimpong llegando por las bandas.

Lo increíble de la temporada del Leverkusen no han sido tanto las victorias obtenidas cuando las cosas marchaban bien, sino la capacidad de reacción cuando las cosas no marchaban. El Leverkusen ha salvado muchos puntos en la recta final de los partidos. El gol de Josip Stasinic para el 2-2 ante el Roma en la vuelta de la semifinal de la Europa League en el minuto 97 fue el decimocuarto tanto marcado por el Leverkusen esta temporada en el tiempo añadido.

Esos goles agónicos han hecho un aporte clave a la larga serie de partidos sin perder que hizo al Leverkusen prácticamente intratable en esta temporada. Ahora les quedan dos finales, la de la Europa League del próximo miércoles y la final de la Copa Alemana el próximo sábado.