Kroos recuerda cómo vivió el día de la final del Mundial… y cómo se pasó con el tequila aquella noche

Toni Kroos fue una de las piezas clave para que la maquinaria alemana funcionase en el Mundial de 2014 en el que la Mannschaft se proclamó campeona. Pese a que mucho ha llovido desde entonces, el centrocampista no olvida cómo vivió el día de aquella final en la que se impusieron a Argentina y ha querido recordar algunas anécdotas en el podcast de su hermano Felix. 

El ahora futbolista del Real Madrid recuerda haber dormido con más nervios aquella noche, pero no precisamente por la final. «Recuerdo que en realidad dormí un poco más inquieto la noche anterior. Pero no fue por la final, fue porque Jessi (su mujer) voló la noche antes y solo vino de Alemania a la final. Yo llevaba allí seis semanas y no nos veíamos desde entonces. Entonces dijimos que bueno, para la final», explicó.

La misma calma que muestra en el terreno de juego ya sea jugando un amistoso de pretemporada o una final es la que él profesa por dentro. «Recuerdo que siempre estaba hablando de tonterías antes de los partidos en el estadio con José Meneses, el jefe de seguridad de la selección, pero me dijo que ese día no había tonterías«, relata Kroos en Einfach mal Luppen.

En la celebración del título en el vestuario, Kroos hizo con Merkel su particular versión del saludo de Puyol a la Reina Sofía cuando esta bajó al vestuario tras el Mundial de España y pilló al defensa en toalla. Sin embargo, frente al desparpajo del ‘5’, la impasividad del alemán, atándose los cordones de las botas tranquilamente mientras todos celebraban con la canciller. «Fue agradable charlar con Angie, Angela Merkel, en el vestuario fue agradable. Hablamos un poco sobre Mecklemburgo-Pomerania Occidental (su lugar de nacimiento)».

Tras los protocolos, la noche acabaría de la mejor forma: con la celebración del título. Esta empezó con un acto simbólico liderado por Meneses que quiso contar Kroos. «Antes del torneo, nos había dado a Löw, Oliver Bierhoff, Schweinsteiger, Klose y a mí un brazalete. Fue una especie de juramento por el torneo y por el título. Al final de la noche pensamos que alguien tenía que sacrificar su brazalete en ese momento. Luego nos paramos en círculo en la playa y José tiró su brazalete al mar», recuerda.

Lo que no termina de recordar o por lo menos no quiso, fue su presumible borrachera con uno de los peores rivales de su carrera: el tequila. En una aparición previa en el programa, Kroos contó el origen de su «enemistad» con esta bebida después de ahogar las penas tras la final de Champions de 2012. 

«Bebí chupitos de tequila porque era lo único que me caía bien. Al día siguiente no me sentía bien y ese fue el punto en el que dije que beber alcohol no hace ningún bien. No pude mirar el tequila esa noche y lo dejé por completo. No me dolió y no lo extraño», explicó hace un tiempo. Sin embargo, quiso hacer una excepción tras el Mundial que se le fue algo de las manos. «A partir de ese momento me propuse tomar un tequila con todos esa noche, pero fracasé estrepitosamente«, zanjó.