La oscura realidad de Emma Raducanu tras tocar el cielo del tenis: «No me siento segura en mi propia casa»

Del cielo de ganar el US Open al infierno de no sentirse segura en su propia casa. De manera tan radical ha cambiado la vida de Emma Raducanu, que en septiembre de 2021 se convirtió en una de las tenistas más jóvenes de la historia en ganar un Grand Slam.

En las semanas previas al Open de Australia, donde cayó sorprendentemente en segunda ronda, la británica tuvo que compaginar su preparación con visitas al Tribunal de Magistrados de Bromley para dar testimonio sobre el trauma que ha sufrido en los últimos meses.

Hasta en tres ocasiones, Raducanu ha sufrido el acoso de un «seguidor», Magar, repartidor a domicilio que ha visitado su casa, y hasta robado un zapato de su padre como «recuerdo». Según el Daily Mail, la justicia británica ya le ha condenado por acoso.

La tenista compareció en los tribunales para relatar el calvario que ha vivido en los últimos tiempos. «Debido a esto, siento que me han quitado mi libertad. Estoy constantemente mirando por encima del hombro. Me siento nerviosa y preocupada de que esto pueda volver a suceder. No me siento segura en mi propia casa, que es donde debería sentirme más segura«, expresó la tenista.

The Sun ha desvelado cómo comenzó la historia del acoso. La obsesión de Magar con la todavía adolescente surgió en el confinamiento, hasta que el pasado mes de noviembre decidió ir más allá. Viajó hasta su barrio y fue preguntando a la gente por el domicilio de la tenista, hasta plantarse en la puerta de su casa con un ramo de flores y una extraña nota que decía: «Nada que decir, pero mereces amor».